Cuesta convencer a la gente para que venga al poniente almeriense, pero bueno, al final tres intrépidos ciclistas nos dispusimos a recorrer parte de este sendero tan bonico, desafiando los partes metereológicos, que presagiaban viento de levante.
No estaba tan verde como otras épocas que hemos estado, pero se hizo muy ameno.
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