Lo que iba a ser una ruta tranquila hasta el Cabo, pasando por el Valle de la Michelín y Ruescas, se convirtió en una ruta apresurada y acortada hasta la Fabriquilla y vuelta, debido a la lluvia y a una verja de entrada a terrenos de la Michelin, que no contábamos.
Después de mojarnos un poco y hacer el camino de vuelta por la playa de forma "apresurada", una tapa de migas nos sentó de maravilla.