La llamo así, porque me subió un poco la autoestima, ya que este año no estoy cogiendo mucho la bici, y mi estado de forma no es el mismo que el del año pasado. Salí con los compañeros, y como los dias de antes no paraba de llover, propuse la ruta de Vicar, a Felix, con bajada por la rambla de las Hortichuelas. Y la verdad, es que tuve que ir esperándolos en las subidas, cada dos por tres. Una vez en EL parador tuve la mala suerte de que se salio la rueda de atrás en una rotonda, y además pinché con una chincheta. Al final todo solucionado, y al bar a reponer líquidos.
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